PALABRAS REUNIDAS PARA AVELINO HERNÁNDEZ
(Texto leído en las Primeras Jornadas Culturales de Cuadernos del Salegar, en Quintana del Pidio-Burgos, Agosto del 2003)
Para Avelino Hernández lo importante era la vida y lo más importante de la vida, el amor. Avelino era un buceador incansable. Buscaba vida dentro de la vida y cualquier manifestación de ella le interesaba y por ello a todos sus amigos nos gustaba estar a su lado, era difícil que su amistad se limitara a un solo miembro de la familia, cuando Avelino se acercaba a una persona acababa siendo amigo de todo su entorno, por ello cuando le conocí, no en Castilla sino en La Mancha, hace seis años supe que tenía que traerlo a Quintana. En encuentros sucesivos, nunca se lo dije, pero aprovechando una visita a Aranda, en mayo del año pasado, para charlar con unos jóvenes de 16 y 17 años que habían leído uno de sus libros, le impuse que la comida tenía que ser en Quintana y no en Aranda, él se mostró encantado, amaba los pueblos y sus gentes, y cuando llegó a Quintana se interesó por igual de padres, hijos, abuelos y nietos, todos captaban su interés y la importancia que a cada uno otorgaba le era correspondida con una admiración y cariño sin límites.
Y ahora que te recordamos, hace poco más de un año exactamente, recuerdo que me decías “volveré a Quintana con más tiempo, quiero pasear por sus calles y sus tierras, quiero conversar con sus gentes” Pues ya ves, nos hemos tenido que reunir sin ti y cuando te comenté la posibilidad de volver a encontrarnos a finales de febrero pasado me decías:
- Vais a tener que reunirnos sin mí. He suspendido un viaje a Quintana y a Soria en la que iba a echar el tejado en la casa de mis padres para que durara 250 años más y es que como es bien sabido los dioses son celosos y han decidido castigar tanta soberbia endosándome un cáncer en el riñón derecho que ya anda con metástasis en el hígado y no sé dónde más. Total que mañana me encierro conmigo mismo –y con Tere-, con una inyección de interferón a ver si al cabo de tres meses de hacerme polvo consigo haberle ganado algo de terreno; mucho parece que no va a ser posible porque estadísticamente dicen los médicos que es irreversible.
Y entonces, pensamos que ésta era una de esas veces en las que se equivocan los médicos. Pero no. No se equivocaron.
Y esta noche, aquí en Quintana, te recordamos y recordamos que atrás queda tu paso por las calles de este pueblo, y atrás queda tu obra, pero sobre todo atrás queda tu forma de ser y tu recuerdo, atrás Soria, los pueblos de Castilla, Quintana entre ellos, atrás tu refugio perdido en la sierra de Gredos hacia donde te fuiste tras la última tarde aquí en Quintana y atrás los últimos años en Mallorca. Ahora solamente nos queda seguir tus consejos, hacerte caso y tener siempre presente que lo importante es vivir, aunque sea más jodido sin tu presencia, pero ten seguro que aunque nos cueste lo intentaremos.
Y para finalizar quiero recordarte dando unos de tus consejos a esta gente que esta noche te recuerda:
Si cayeras por estas tierras:
Vuélvete a mirar atrás, desde el recodo de la cuesta, al marcharte de un pueblo hecho en valle, en cerro o en ladera.
Toma cuanto jamón, chorizo y pan de hogaza te ofrecieren. Y bebe en todas las fuentes.
Escucha la codorniz y la calandria en primavera, los tordos en otoño, el cierzo si es invierno y las esquilas y el balar de los rebaños en cualquier lugar y tiempo.
Habla con todos los viejos que te encuentres.